domingo, 16 de septiembre de 2012

Meditación con música

Este es un ejercicio que  puedes hacer para practicar la meditación, sobre todo si tienes problemas porque tu atención se dispersa.

Recuerdas la última vez que fuiste de viaje, y estabas de turista en una ciudad desconocida? Cómo entraste en contacto con esa ciudad? Fuiste caminando al azar por sus calles, descubriendo lo que encontrabas a tu paso? O fuiste buscando y observando las calles, los monumentos más famosos, que aún no habías visto pero ya conocías a través de una guía, o de fotos?

Haz ahora algo parecido con la música. Busca un lugar tranquilo y pon los medios para que no te interrumpan durante la meditación. Si te gusta explorar a la aventura, elige una música que nunca hayas escuchado y de la que no tengas referencias. Cierra los ojos y concentra toda tu atención en el paisaje sonoro que se mostrará ante ti. Déjate sorprender por cada detalle que vayas descubriendo y disfruta. Disfruta de la sensación de sorpresa y curiosidad que te llegará a través de la audición musical, sin juzgar si ese tipo de música te gusta o no.

Si te gusta ver las ciudades con tu guía de viajes, escoge una música que te guste pero que no escuches con frecuencia. Dado que la conoces, su melodía y su estructura probablemente no te sorprenderán, lo mismo que ir a Santiago de Compostela y ver la catedral será algo que ya te esperas. Pero déjate sorprender por los detalles que probablemente nunca habías escuchado. Si se trata de una canción, escucha bien el acompañamiento musical. Si hay varios instrumentos, intenta identificar cuántos hay y cuáles son, (no siempre resulta fácil). Escucha esa música que te gusta con la máxima atención, intentando absorber cada detalle y disfrutando de la sorpresa y admiración que produce el redescubrir la belleza de las cosas que nos gustan.

¡Que tengas un buen viaje musical!

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