sábado, 16 de febrero de 2013

MAP: Un método gráfico para describir y analizar sesiones de musicoterapia.


Siendo la musicoterapia una disciplina científica, es necesario que el musicoterapeuta mantenga un registro objetivo y sistemático de su actividad. La manera tradicional de registrar las sesiones mediante una descripción verbal de la sesión tiene la desventaja de que puede perder objetividad al poder producirse sesgos debido al filtro que realiza el musicoterapeuta, es decir qué considera relevante incluir en dicho registro.

Un artículo publicado en The Arts in Psychotherapy por Avi Gilboa nos presenta un método más objetivo para realizar el registro de la sesiones.


MAP (abreviatura de Music Therapy Analyzing Partitura) es un método basado en la traducción del complejo material que se produce en una sesión de musicoterapia en un formato visual utilizando un código gráfico. Con este código, los musicoterapeutas pueden describir sus sesiones y pueden de forma subsecuente comunicar la información a otros profesionales y/o analizar su contenido. La principal ventaja del método MAP sobre otros métodos para analizar material musical en una terapia es que este permite al musicoterapeuta referirse no solo a un fragmento de la sesión (por ejemplo una improvisación específica), sino referirse a una sesión como un total, incluyendo material verbal, material musical y otro material indefinido como gritos, risa y silencio que se produce en las sesiones de musicoterapia.

Además, la MAP no se limita a una sola sesión, sino que se recomienda su utilización en una secuencia de sesiones y preferiblemente durante todas las sesiones que se hagan con un cliente específico. De esta forma, el musicoterapeuta adquiere una visión global de las sesiones y puede discernir el proceso terapéutico que ha tenido lugar.

La MAP se basa en un código estándar de símbolos e iconos que se utilizan para representar los eventos de una sesión. Emplea elementos de la notación musical occidental, como el pentagrama y otros elementos de la cartografía como como el uso de iconos sencillos y auto explicativos y de leyendas. El código de la MAP incluye la mayor parte de las acciones que pueden aparecer en una sesión de musicoterapia como cantar, la conversación, tocar diferentes instrumentos, escuchar música, gritar o reír.

Para utilizar la MAP, el musicoterapeuta necesita una representación de la sesión de cualquier tipo. La base ideal para la transcripción de la sesión a la MAP es un vídeo de la sesión de musicoterapia. De esta forma, es posible saber exactamente qué participante fue responsable de cada intervención, sea verbal o musical. Una grabación sonora sería también aceptable. En una sesión individual, una grabación sonora es suficiente para distinguir entre las intervenciones del cliente y del musicoterapeuta. En una sesión grupal se podría distinguir qué miembro del grupo hace cada intervención si se presta atención, aunque evidentemente sería más complicado. No se recomienda extraer la información de memoria ya que puede haber sesgos debido a la memoria selectiva. Sin embrago, se ha sugerido que el uso de la MAP puede mejorar el recuerdo de la sesión por parte del terapeuta.


miércoles, 6 de febrero de 2013

Musicoterapia y Alzheimer


Hay en la red un artículo muy bueno sobre la actividad de una musicoterapeuta que trabaja con pacientes de Alzheimer en Estados Unidos. Visto que está en inglés, comparto con vosotros el enlace y la traducción.

Traducido de Healing Sounds de Joanne Does, musicoterapeuta


"La música es parte del ser humano ... su ubicuidad podría trivializarla en la vida cotidiana. Tarareamos una canción, marcamos un ritmo con los pies, recordamos las palabras de una vieja canción que pasa por nuestras mentes, y no nos paramos a pensarlo. Pero para los que se pierden en la demencia, la cosa es diferente. Para ellos, la música no es un lujo, sino una necesidad, y la música puede tener un poder más allá de cualquier otra cosa para devolverlos a sí mismos y a los demás, al menos por un tiempo. "
Oliver Sacks, Musicofilia

La música es una buena medicina para las personas que viven con la enfermedad de Alzheimer, y especialmente para aquellos en las etapas posteriores de la enfermedad.
Cuando la palabra hablada ya no es accesible a ellos, a menudo pueden cantar toda las letra de una canción de su juventud. Algunos de los que ya no pueden alimentarse por sí mismos, todavía son capaces de marcar un ritmo constante en un tambor. Sólo puedo imaginar los sentimientos de enraizamiento y estabilidad que esto les puede aportar. Por estas razones, la música es una herramienta eficaz en la que se involucran y se fortalecen, quizás es el mejor comunicador de todos (después de cogerse de la mano, ¡por supuesto!) Los científicos aún no entienden por qué la música no se pierde a las personas con Alzheimer, pero hay mucha investigación en curso para averiguar el por qué.

Durante los años que dediqué a hacer música recreativa con las personas con enfermedad de Alzheimer que he notado muchos beneficios que incluyen la creación: una sensación de comodidad y seguridad, una sensación de alegría y felicidad, la reducción de la ansiedad y la agitación - Cambios de ánimo positivos (mejores relaciones con el personal, miembros de la familia y otros residentes), liberación emocional, beneficios cognitivos – recuerdo de palabras, melodías y ritmo, el sentido de pertenencia, compromiso social, un sentido de fortalecimiento, éxito y logros.

Las canciones a menudo ayudan a activar otros recuerdos - resultando en una broma o una rima que el residente comparte con los demás.

Tal vez el beneficio más maravilloso de todo es darle a la persona con Alzheimer y sus familiares la oportunidad de disfrutar de una actividad juntos. Esto es algo que es raro, sobre todo a medida que progresa la enfermedad. No hay nada tan conmovedor como ver a un residente que coge de la mano a su cónyuge mientras cantan juntos "
Let Me Call You Sweetheart".