Mostrando entradas con la etiqueta estimulación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta estimulación. Mostrar todas las entradas

martes, 26 de enero de 2016

Inmersión musical en casa


Desde la musicoterapia, se puede llevar de la mano a nuestros hijos para que se acerquen a la música. El sonido nos acompaña desde antes de nacer, ya en el vientre materno nos acompaña la música del cuerpo y la voz de nuestra madre.

Tradicionalmente, las canciones de cuna han acompañado siempre a los más pequeños desde su llegada al mundo y durante sus primeros años de vida, para después dar paso a las canciones infantiles y juegos con canciones.

Los cambios sociales y las nuevas tecnologías han desplazado este acercamiento “familiar” a la música en favor de un acercamiento “artificial”. De forma no vivencial, muchos niños empiezan a escuchar música de la tele, de juguetes que tienen músicas... algunos supuestamente “beneficiosos” para la estimulación musical del bebé. Sin querer criticar a los medios audiovisuales y a los juguetes con música, sólo quiero hacer constar que el exponer a un niño o niña a estímulos musicales aislados, sin que sus padres o cuidadores participen del proceso, no es tan enriquecedor como el compartir una experiencia musical como cantar juntos, escuchar juntos, jugar con la música juntos.

El acercamiento musical empieza ya durante el embarazo... pero continúa después en casa. Las sesiones de musicoterapia a domicilio pueden ser un medio para implementarlo. Si vives en Sevilla o alrededores, puedes solicitar una sesión a domicilio de prueba.

jueves, 13 de febrero de 2014

Juego musical para bebés y mamás (o papás)


Los objetivos de esta actividad de musicoterapia son múltiples: favorecer el vínculo materno-filial, familiarizar a los pequeños con la música integrando en sus actividades de juego la escucha musical, favorecer el desarrollo de la habilidad de manipular objetos y la relajación de todos los participantes (bebés y mamás o papás).

Se trabaja con el concierto nº3 para violín y orquesta de Mozart, los dos primeros movimientos, que tienen un carácter contrastante. La vivacidad del primero se aprovechará para realizar actividades de musicoterapia dirigidas a la estimulación, mientras que el carácter íntimo del segundo se aprovechará para la relajación.

Durante el primer movimiento, guiados por la musicoterapeuta las madres y padres ayudarán a los bebés a explorar un sonajero, su capacidad de producir sonido, cómo manipularlo, su forma, su textura, sus colores. Es por ello importante que el sonajero esté homologado para bebés de esas edades y que tenga un tamaño adecuado para que los bebés puedan agarrarlo y manejarlo sin problemas.

En el segundo movimiento se trabajará con movimientos armónicos y lentos, meciendo al bebé y acariciándolo, disfrutando de la escucha musical y el contacto entre mamá y bebé, creando una asociación de la escucha musical con una sensación placentera.

En ningún momento de la sesión de musicoterapia se fuerza a un bebé a involucrarse en la actividad si no está a gusto. Puede suceder que el bebé esté cansado, que tenga hambre, que le apetezca moverse fuera de los brazos de mamá, que en ese momento no le apetezca escuchar música. Si el bebé llora o protesta, se le consuela ofreciéndole lo que necesite: tranquilidad, silencio, alimento, etc.